miércoles, 1 de octubre de 2014

Ultra Trail el Ajusco


“if i get lost, hurt or die, it´s my own deem fault”

Traducido al español viene a ser algo así como: Si me lastimo, pierdo o muero es mi maldita culpa.



Que lejos y cerca esta esto de la realidad, que problemático y simple podría ser esto, sin embargo tratándose de la montaña en definitiva así debe ser; porque en efecto así es.

¿De qué estoy hablando?



ULTRA TRAIL EL AJUSCO
O lo que es lo mismo, el caos de los asfalteros en la Montaña.

Vayamos por partes.

El pasado día sábado 20 de Septiembre se llevó a cabo el debut de un Ultramaratón en uno de los mejores lugares para organizar uno. El Ajusco. Con su imponente vegetación así como altitud era el escenario perfecto para correr 13, 25 o 50 kilómetros. Con unos desniveles pesados, unos descensos técnicos, unas cascadas hermosas, unos altísimos pinos, y corredores de todas las marcas, categorías, experiencia; y así todo lo que parecía sería una gran fiesta, termino, para la mayoría, en una densa pesadilla.
 
 

Todo empezó cuando empezó tarde, esto siempre genera descontento entre los competidores de un evento, aún a sabiendas que estas cosas pueden ocurrir, el hecho de que tú te tomes todo tu tiempo para llegar con tiempo (valga la redundancia) al lugar del evento y que no empiece conforme al programa, siempre genera cierta molestia. Luego cuando nadie entendía lo que Renato Rios, amigo Primate y organizador del evento, decía por el micrófono, parecía que no tendría mayor relevancia, sin embargo los comentarios siempre ofensivos de gente que se la pasa buscando la manera de molestar eran cada vez mas.

Por fin se dio la llamada a misa para todos los feligreses del Trail Run de largas distancias que tenían en mente reventar 50km con mas de 1500 metros de ascenso, lo cual era algo considerable para la distancia a cubrir, pero de que estas condiciones tienen la apariencia como de golosinas para un niño de 4 años habido de azúcar, pues la tienen; y en efecto ahí tenías a los mas de 100 corredores que iban por esa distancia saboreándose la putiza que tenían en frente y en efecto salieron todos los peregrinos con caras de seriedad, como tratando de ocultar la mendiga felicidad que les ocasiona salir a ponerle una patiza a las patas, que sin respingar y mas acostumbradas a la friega que una esposa de pueblo a cocinar todo el maldito día, saben que no deben decir absolutamente nada puesto que solo ocasionara que el corredor en cuestión les exija aún mas.
 
 

Enrique, erá el único Primate que saldría con este grupo, su servidor, prefirió quedarse en el hermoso lugar de la salida/meta a disfrutar de un momento con los pequeños del clan, quiénes había corrido muy temprano con un frío intenso, y que aún así dejaron ver que tienen las ganas y capacidad de hacer bien las cosas, puesto que el gran Carlos Ivan ya desde temprano se había adjudicado el tercer lugar de la categoría de los menores, y eso fue por la simple razón de que una ambulancia muy, pero mucho muy imprudente (bueno, mas bien el conductor de la misma) no tuvo la decencia, capacidad, respeto o cualquier cosa que se le asemeje, de esperar a que terminara el evento infantil, y esto ocasiono que Iván tuviera que detenerse para darle el paso y el pequeño que venía detrás de él tuvo la astucia de pegarse por el lado opuesto al vehículo y salir airoso a escasos 30 metros de la meta. Aun así felicito enormemente a mi corredor, porque lo hizo estupendamente bien. Los otros dos que corrieron conjuntamente fueron mi Anakin y mi Ulises quienes  sufrieron un poco más las condiciones de ser visitantes y fue muy claro que el frío en la garganta, la escases de aíre, y la altitud les exigieron de más. Aquí tengo y quiero agradecer de la manera más sincera al capitán Trincado: Fernando Chávez, quién se dio a la tarea de correr con ellos dos, dándoles consejos, tips y alentándolos a no caminar en las subidas. Esto es algo que como líder del equipo en verdad aprecio y agradezco infinitamente.



Pero bien, regresando a la actuación de los monos, hay que decir que lo hicieron estupendo y que no se guardaron nada, la prueba es que al finalizar, hubo lágrimas de dolor, de emoción y hasta vómitos por el esfuerzo, lo que me deja bien claro que el gen de guerrero Primate lo traen en el torrente sanguíneo.



Así como iba diciendo, solo KIK, correría la distancia de 50 km; dentro de la cual tenía también a varios buenos amigos del estado dando la cara. Ellos fueron: Fernando (Cejón), Arci, Meño, Adán, e Ito que iba por la distancia de 25 km.  categoría que partió 45 minutos después conde mi Primate TIGRE, quién tengo que admitir que se había preparado a conciencia y que estaba más que listo para romper todos sus paradigmas negativos respecto del Trail Running. Ya por último solo 30 minutos después saldría la categoría de 13 km, donde JAWA y AZU; así como RBK, IVETTE y KRO, harían lo propio para demostrar que todos se habían entrenado a conciencia y que eran bien felices corriendo por la montaña. Hasta ese momento todo era felisosidad y amistosidad; buena vibra, convivio sano, desayuno exquisito en una pequeña cabaña de la región un sol que comenzaba a quitar el frío y en general todo era armonía… hasta que: CAOS!
Ivette en lo suyo, Feliz !

RBK y JAWA entusiasta en la salida.

KRO como siempre, feliz por estar ahí.

La consentida del Equipo: AZU
 

Yo no corrí y desconozco las condiciones reales de la ruta, pista, marcas, jueces, puntos clave, planos y cientos de etcéteras. A partir de aquí mis comentarios están basados solo en mi perspicacia, experiencia, objetividad y versiones tanto de mis corredores Primates, como de amigos corredores.

Para muchos es momento de dejar de leer.

Inicié este escrito con la responsiva que tuve que firmar para caballo blanco, que me parece la responsiva más simple sensata y decente que haya firmado jamás.
El Trail Running como muchos otros deportes denominados “Extremos”, ofrece la adrenalina necesaria para no sentirte una maceta en el pasillo de una vieja casa habitada por abuelos. Y es por ello que al denominarse “Deporte Extremo” tienen sus riesgos; riesgos de un altísimo grado; tanto que si muero, en efecto no es más que mi pinche culpa por terco, maniático, ideático y demás.

La ruta era algo confusa en especial la de 50 km, caminos de ida y vuelta, intersecciones, caminos compartidos para las diferentes rutas. Pero eso no fue el problema, a mi entender y, reitero que esta es solo mi humilde opinión, sacando conclusiones el gran revoltijo lo ocasionó algún corredor de la subsecuente categoría y fue agudizado por otro grupo de corredores de la ruta de 13k.

Bastó con que uno dijera: “acá ya no hay marcas” que otro continuara “pues yo vengo de allá y tampoco las hay” que uno más argumentara ante el cansancio inminente de la trepada “Esto está bien confuso” y que uno más en tono de histeria post-huracán gritara “Estamos perdidos” para que todo el grupo de corredores sin experiencia pagara la factura de no haber puesto jueces en puntos estratégicos y de no haber tenido el cuidado de ver el mapa, no ya de grabarlo en su celular.

Así empezó a reinar la anarquía en un evento que pudo tenerlo todo para ser magnífico, lugar, gente, corredores, niños, trazo, altimetría; y que desafortunadamente conjunto todo para no serlo.

En este momento quiero ser muy objetivo al mencionar que no le estoy quitando la parte que le corresponde a la organización, pero como corredor, no como organizador, debo resaltar que debemos ser perfectamente conscientes de los eventos a los que nos inscribimos, asistimos, o pretendemos ganar. Recordemos que esto es un deporte “Extremo” señores y que así como una pista puede o no estar bien marcada, existe otro sinnúmero de factores mucho más riesgosos e importantes que el 90% de los corredores nunca tuvo en mente: Pudo caer un granizo descomunal como en Villa del Carbón y borrar toda marca de la faz de la pista ¿Y?, Cualquier corredor pudo haber sido mordido por una víbora venenosa ¿Traían antídoto para veneno? ¿o pensaban echarse una miada en la herida? Si se torcían un pie o mejor dicho, si se lo fracturaban ¿Había algo en la mochila que colgaba en sus espaldas que por lo menos pudiera aminorar el dolor, no ya inmovilizar la parte afectada?

El punto es que al inscribirnos en una carrera, evento o cualquier reunión con un fin común que implique riesgos implícitos y no implícitos por ser denominado de “Alto riesgo” debemos esperar que todo mundo falle menos nosotros, todos menos uno. Al final debemos tener bien claro que es nuestra salud la que está en riesgo desde el simple hecho que no acudimos al doctor cotidianamente; mucho menos para hacernos una prueba de esfuerzo para ver si nuestro corazón está en óptimas condiciones para exigirle que me de 190 pulsaciones en una trepada con una inclinación mortífera y a una latitud en la que el poco oxígeno que pasa por nuestra nariz llega a una temperatura tan baja, que llegar a sentir que es preferible no respirar, no comemos adecuadamente y por si esto pareciera una tontería no tenemos siquiera la disciplina o intención de al menos cada tercer día, dar una trotadita de casa a la tienda o por las tortillas.

 


Es bien fácil culpar a otros de lo que le sucede a uno, sí en efecto, estamos pagando como corredores por un evento de calidad, y esperamos lo mínimo necesario para que esto sea una experiencia placentera, pero ojo no estoy hablando de la carrera de 10k que organizó tu compañero de trabajo o que una empresa de helados tiene a bien hacer. Estoy hablando de Trail Running, y es verdad que cuando digo “Me hubiese gustado perderme en el Ajusco” en verdad me hubiese gustado perderme hoooooooras en el Ajusco.

Quise escribir más, pero lo veo totalmente innecesario, ni ustedes van a cambiar su ira, odio y molestia, hacía la organización de una carrera y yo seguiré restando horas importantes de sueño a este día.
 
Por lo tanto cierro mi publicación con el siguiente comentario que además hago con toda honestidad: Benditos ustedes que se perdieron en el Ajusco, que se enfrentaron a una situación no solo desesperante, sino de histeria colectiva entre corredores de muy bajo nivel; y digo de muy bajo nivel no porque sean lentos, sino porque tuvieron la desfachatez de saquear una bolsa de playeras, tumbar un arco de meta y robarse medallas que no les correspondían, afectando solo a sus colegas que aún estaban tratando de sacar sus rutas en la montaña; a ese bajo nivel me refiero y es por ello, por haber llegado con la frente en alto, bromearon por la tarde sobre el asunto asumiendo que esto es parte del Trail, por haberse portado como todas unas damas y caballeros y sobre todo porque al día siguiente fueron a subir el Iztaccihuatl que me siento completamente orgulloso de todos ustedes.
Tienen todo mi respeto y admiración





Con profundo respeto:

Su Capitán: PANZER



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